Dos pollas

En Barcelona siempre he tenido chicos fijos para comerles la polla. Cuando necesitaban descargar, una llamada era suficiente para que, si a los dos nos iba bien, acercarme a su casa o ellos venir a la mía para que les vaciara los huevos. Una vez resultó que no era uno, sino dos, los chicos que querían quedar conmigo. Dos conocidos. Se me ocurrió la genial idea de emplazarles a venir los dos. Para mi grata sorpresa, a los dos les encantó la idea. De hecho, de uno de ellos (Alex) no me sorprendía, pues siempre me había dicho: - "Me daría mucho morbo darte polla con otro tío" Así que emplacé a los dos a venir a mi casa. Acordamos que no esperaría a que vinieran los dos: el que llegara antes, antes le serviría. Al cabo de una media hora llegó el primero: (David). David era un chico de esos de gimnasio que están en fase de crecimiento. Muy guapo. 28 años, moreno y ojos marrones. Se la había chupado otras veces, una en casa, y otra en un camping! Tenía un rabo super gordo, y muy bien de tamaño. Una de esas pollas bonitas, y además mucha actitud. Era de esos que le gusta dar polla sin tocarte demasiado (a veces te soba el culo). Recibí a David como era habitual y le ofrecí algo de beber. Si no recuerdo mal, una cerveza. Se la di y mientras la abría yo me senté para ocupar mi lugar. Me senté en el sofá, delante de él, mientras él estaba justo de pie encima mío echando el primer sorbo al brebaje de lúpulo. Su chándal gris anunciaba que ya venía preparado, pues un bulto presionaba contra la tela. David dejó la cerveza y me miro desde arriba. Lenta, pero decididamente se bajó un poco el chándal, y seguidamente sin dejar demasiado tiempo los calzoncillos. Inmediatamente su pollón salió catapultado hacía arriba apuntándome a la cara. Entonces me puso la mano en la nuca yo abrí bien la boca para recibir el pollón. Se ve que tenía muchas ganas, pues no esperó mayores preliminares. Un bar de embestidas contra mi boca, y ya me estaba cogiendo de las orejas con las dos manos, para follarme la boca a su gusto y su comodidad. Además de tener un buen pollón, David tenía un buen culo. Era todo un espectáculo ver su culo bombearme la cara gracias al espejo vertical que tenía detrás de el. Sus patas fuertes y musculadas no hacían más que mejorar la escena. Un verdadero follabocas disfrutando de una de ellas a sus anchas. No pasó mucho más de 10 minutos cuando Alex me avisó que había llegado. Me levanté para abrirle mientras David aprovechaba para seguir bebiendo su cerveza. Le saludé y le traje otra cerveza para él. Alex es un hico también moreno, no mucho mayor que Alex. Con barba, cuerpo más estándar pero totalmente delicioso. Ojos negros, muy masculino. Lo había conocido en alguna página de contacto. Tenía pareja, pero eran abiertos. Lo que más disfrutaba de quedar con otros chicos era, justamente, que le comieran la polla.


Después de darle la cerveza a Alex e invitarle a pasar, me volví a sentar. Alex y David se saludaron; y lo primero que hizo Alex fue bajarse los pantalones y revelar su polla. Él la tenía totalmente dormida aún, y me pidió que me la metiera en la boca hacerla crecer. Tal cual obedecí y me metí su polla. Yo sabía que no era tan grande como la de David, pero era muy bonita. Mientras tenía la polla dormida en mi boca, Alex empezó a acariciarme la cara y el pelo, mientras movía sus caderas en círculos. No tardé en notar como aquello crecía, e iba ocupando toda la cavidad de mi boca. Como decía, si bien no era tan grande como la de David, no era pequeña. Por lo cual al cabo de un tiempo, ya empecé a notar el glande presionando la garganta, pues a medida que crecía, Alex presionaba la cadera contra mi boca. Cuando creció del todo y ya dura como una piedra, Alex la sacó un momento y empezó a follarme la boca. Para mi sorpresa, ellos dos se empezaron a besar. Con una mano Alex tocaba la nuca de David mientras le besaba, y con la otra mano retenía mi nuca para que no me escapara de la follada de boca. Cuando Alex tuvo suficiente, invitó a David a ocupar su lugar. Con su mano me guio hasta la polla de David, y volví a abrir bien grande. David puso su mano en nunca y empezó de nuevo a taladrarme la boca. Me miró desde arriba un rato, y al poco volvió a besarse con Alex. La sensación de verlos besándose mientras alternaban mi boca para recibir su polla era muy placentera. Cambiaron tantas veces, que el sabor de sus rabos ya se había mezclado en mi boca, y sus pollas tenían un nuevo sabor. Al ser pollas diferentes, llegaban a todos los rincones de la boca. La polla de David me presionaba más directamente la garganta, mientras que la de Alex le gustaba recrearse con mi lengua y paladar; depende la posición. No sé cuanto rato estuvimos así, pero no menos de media hora. Yo ya estaba seco de saliva, garganta dolorida y boca super follada. Pero la visión de los dos machos dándome polla, con sus culos expuestos y bombeando era tan placentera, que no quería que acabara nunca. Entonces dijo Alex: - "Qué, le damos ya la lefa al mamón o qué?" Dicho y echo los dos se acercaron a mi cara, y se empezaron a masturbar. No pasó 10 segundos que ambos, casi a la vez, empezaron a soltar trallazos de lefa en mi cara. Primero creo que fue David, que aparte de tenerla más grande también soltaba mucha leche; y me llevé unos buenos trallazos. Después lo complementó Alex, que para aprovechar toda su lefa, me puso la mano en una mejilla para que pusiera la cara lo más horizontal posible, y así poder depositar todo su semen en la otra mejilla. Así me quede, con la cara muy lefada, mientras los dos machos se limpiaban un poco y se vestían. Cuando estuvieron listos, se fueron y cerraron la puerta tras de sí.

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