Relatos gays eróticos

  Qué me gusta este local. Es un lugar donde puedes hacer tus fantasías realidad. Ya lo hemos hablado en otros relatos: laberinto, glory holes, zonas oscuras, etc. En este relato voy a relatar un par de experiencias diferentes: una de ser mamado (sí! también me gusta claro!), y otra, una zampada de nabos de mis hostorías habituales ;) En BoyBerry me han comido la polla varías veces. Es normal y obviamente me da un morbo terrible. Me la han chupado de todas las edades, orígenes, y actitudes. Voy a relatar de manera corta una que recuerdo con especial morbo.  Era una fiesta en la que estábamos todos desnudos: esto es, tan solo con los zapatos (no es plan de ir por el suelo descalzo!) . Ese día aún no había hecho nada. Estaba paseando por el laberinto y vi a un chico bastante mano de rodillas esperando en una cabina. Estaba muy excitado de ver pollas y culos andando por todo el local, así entré sin dudar y cerré la puerta tras de mi. El chico se abalanzo rápido a mi polla bien parada (uno

Este relato va a ser algo diferente, pues incluye alguna foto real del chico mamado. Siempre con su consentimiento.  Estaba yo decidiendo de si hacía siesta o no, cuando un tío me escribe en Grindr. Su perfil era super explicito.  ¿Siesta o mamar? Pues la verdad es que me apetecía un buen rabo, así que no dudé demasiado. El chico, que se llama Albrecht, comentó que si podríamos tener un quickie , es decir, en el idioma de los tiós que dan rabo es: "voy caliente, necesito una boca que me saque la leche ahora" No tenía muchas dudas, pero todavía tuve menos cuando me mandó el mástil que me ofrecía. La siguiente foto es real de Albrecht, es la foto que me envió al Grindr mostrando su polla Albrecht comentaba en su perfil que era bisexual, y en sus fotos públicas se apreciaba un chaval bien guapo. Así pues le confirmé que gustosamente le comería la polla y le pedí que me esperara en la puerta de mi portal. Como estaba tan cerca de mí, tan solo tuve que indicarle que no se moviera