Footing en el bosque
Esta, al igual que otras historias que se cuentan en este blog, es totalmente real.
En el gimnasio de mi ciudad, conocí un tío. El chico hacía pesas igual que yo, y prácticabamos de tanto en tanto juntos, cuando coincidíamos. Hicimos amistad pronto porque nos caimos bien.
Empezamos a quedar fuera del gimnasio para ir a correr. El tío tenía mujer e hijo, así que nunca se me pasó por la cabeza que pudiera ser gay, o molarle los tíos. Él si que sabía que yo era gay, pues no lo suelo ocultar con la gente que tengo confianza.
Total, que quedábamos de tanto en tanto para ir a correr. Por el bosque, por la playa, por la ciudad y las afueras. Hacíamos bastantes quilómetros, nos pusimos muy en forma.
El chico era, según mi parecer, muy guapo. Facciones bonitas, moreno, ojos azules, unos buenos pectorales, brazos normales pero fibrados, y un buen culo que se le marcaba cada vez que se me ponía delante durante el footing. Cuando yo iba detrás de él, no podía dejar de ver ese culo marcado por el pantalón corto de chandal. Además, también marcaba un buen paquete, que tampoco paraba de mirarlo, cuando se apoyaba en algun sitio para descansar y me lo mostraba.
La visión era muy morbosa: él totalmente sudado, con la camiseta pegada marcándole todo el cuerpo; y los pantalones marcando su paquetón (que resaltaba mucho al ser normalmente blancos). La barba le daba además un aspecto de machorro que me costaba mucho disimular que el tío me atraía un montón.
En eso que estamos corriendo una tarde, y ya estaba oscurenciendo. El tío me dice:
- Oye, que te voy a decir una cosa...pero no te lo tomes a mal
- No hombre, cuéntame lo que sea. ¿Qué pasa?
- A ti.... ¿te molaría comerme la polla?
Me quedé a cuadros. Es lo último que me esperaba. Me contó que alguna vez de más joven un tío se la había comido, y le había molado mucho. Que incluso se había hecho pajas pensando en ello. Que le daría morbo que le comiera la polla; pero que él no iba a hacer nada.
Volvíamos a casa, cuando atravesamos uno de los bosques. El tio sin cortarse me cogió la mano y me hizo tocarle su paquete. "¿te mola?", dijo. Estaba super excitado.
Así que fuimos más adentro en el bosque. El tió se apoyo en un arbol y empezé a sobarle el paquete, notando como se le ponía dura. Yo estaba excitadísimo. Doblé la espalda y empezé a lamerle el paquete con la lengua, y a darle mordiscos, aún con el pantalón blanco. ¡Que buen olor tenía! Estaba sudado, pero no olía mal. Se podía notar que ahí estaba su polla, lo notaba con la boca y la lengua, y también un olor a macho riquísimo.
Entonces me puse de rodillas sobre la tierra y el tió se recostó sobre un arbol, de pie. Le bajé poco a poco los pantalones cortos de chandal, y quedó expuesto su rabo morcillón, con algo de vello público muy sexy, y unos buenas huevos.
Empezé a besar su cipote, que reaccionó pronto y se empezó a endurecer. Ya sin poder aguantar más, me lo metí entero en la boca. Chupando y chupando toda la polla, que empezaba a crecer dentro de mi boca.
Pensé que quizás haria mala olor por el sudor del footing, pero todo lo contrario, ¡estaba riquísimo!
Al principio solo le mamé yo, succionando con fuerza todo su rabo. El tió estaba en la puta gloria, de pie, apenas podía contener las contracciones que le causaba mi mamada. Entonces el tio se animó y me cogió la cabeza y empezó a follarme la garganta con fuerza. Su polla era perfecta, y me cabía sin problemas hasta donde él quería.
Despúes de una buena follada de boca, el tió se tumbó, y empezé a succionarle desde arriba. El tio me ayudaba a que me tragara su rabo apoyando la su mano en mi nuca. Combinaba la mamada con un poco de agua fría, y el contraste de temperaturas le hacia flipar. Y a mi me relajaba mi dolorida y follada garganta, para seguir succionando hasta el fondo.
Finalmente, yo de rodillas, y el tumbado, nos hicimos una paja cada uno que soltamos unos lefazos de campeonato. Él sobre su barriga, y yo en el suelo. Soltamos un montón de leche, y nos quedamos agustísimos.
Fue la única mamada que le realicé al corredor hetero, pero la recordaré para siempre! :)
En el gimnasio de mi ciudad, conocí un tío. El chico hacía pesas igual que yo, y prácticabamos de tanto en tanto juntos, cuando coincidíamos. Hicimos amistad pronto porque nos caimos bien.
Empezamos a quedar fuera del gimnasio para ir a correr. El tío tenía mujer e hijo, así que nunca se me pasó por la cabeza que pudiera ser gay, o molarle los tíos. Él si que sabía que yo era gay, pues no lo suelo ocultar con la gente que tengo confianza.
Total, que quedábamos de tanto en tanto para ir a correr. Por el bosque, por la playa, por la ciudad y las afueras. Hacíamos bastantes quilómetros, nos pusimos muy en forma.
El chico era, según mi parecer, muy guapo. Facciones bonitas, moreno, ojos azules, unos buenos pectorales, brazos normales pero fibrados, y un buen culo que se le marcaba cada vez que se me ponía delante durante el footing. Cuando yo iba detrás de él, no podía dejar de ver ese culo marcado por el pantalón corto de chandal. Además, también marcaba un buen paquete, que tampoco paraba de mirarlo, cuando se apoyaba en algun sitio para descansar y me lo mostraba.
La visión era muy morbosa: él totalmente sudado, con la camiseta pegada marcándole todo el cuerpo; y los pantalones marcando su paquetón (que resaltaba mucho al ser normalmente blancos). La barba le daba además un aspecto de machorro que me costaba mucho disimular que el tío me atraía un montón.
En eso que estamos corriendo una tarde, y ya estaba oscurenciendo. El tío me dice:
- Oye, que te voy a decir una cosa...pero no te lo tomes a mal
- No hombre, cuéntame lo que sea. ¿Qué pasa?
- A ti.... ¿te molaría comerme la polla?
Me quedé a cuadros. Es lo último que me esperaba. Me contó que alguna vez de más joven un tío se la había comido, y le había molado mucho. Que incluso se había hecho pajas pensando en ello. Que le daría morbo que le comiera la polla; pero que él no iba a hacer nada.
Volvíamos a casa, cuando atravesamos uno de los bosques. El tio sin cortarse me cogió la mano y me hizo tocarle su paquete. "¿te mola?", dijo. Estaba super excitado.
Así que fuimos más adentro en el bosque. El tió se apoyo en un arbol y empezé a sobarle el paquete, notando como se le ponía dura. Yo estaba excitadísimo. Doblé la espalda y empezé a lamerle el paquete con la lengua, y a darle mordiscos, aún con el pantalón blanco. ¡Que buen olor tenía! Estaba sudado, pero no olía mal. Se podía notar que ahí estaba su polla, lo notaba con la boca y la lengua, y también un olor a macho riquísimo.
Entonces me puse de rodillas sobre la tierra y el tió se recostó sobre un arbol, de pie. Le bajé poco a poco los pantalones cortos de chandal, y quedó expuesto su rabo morcillón, con algo de vello público muy sexy, y unos buenas huevos.
Empezé a besar su cipote, que reaccionó pronto y se empezó a endurecer. Ya sin poder aguantar más, me lo metí entero en la boca. Chupando y chupando toda la polla, que empezaba a crecer dentro de mi boca.
Pensé que quizás haria mala olor por el sudor del footing, pero todo lo contrario, ¡estaba riquísimo!
Al principio solo le mamé yo, succionando con fuerza todo su rabo. El tió estaba en la puta gloria, de pie, apenas podía contener las contracciones que le causaba mi mamada. Entonces el tio se animó y me cogió la cabeza y empezó a follarme la garganta con fuerza. Su polla era perfecta, y me cabía sin problemas hasta donde él quería.
Despúes de una buena follada de boca, el tió se tumbó, y empezé a succionarle desde arriba. El tio me ayudaba a que me tragara su rabo apoyando la su mano en mi nuca. Combinaba la mamada con un poco de agua fría, y el contraste de temperaturas le hacia flipar. Y a mi me relajaba mi dolorida y follada garganta, para seguir succionando hasta el fondo.
Finalmente, yo de rodillas, y el tumbado, nos hicimos una paja cada uno que soltamos unos lefazos de campeonato. Él sobre su barriga, y yo en el suelo. Soltamos un montón de leche, y nos quedamos agustísimos.
Fue la única mamada que le realicé al corredor hetero, pero la recordaré para siempre! :)
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