El holandés meón
Esta historia ocurrió durante unas vacaciones en la costa dorada. Alquilé un apartamento con unos amigos, y nos fuimos una semana en verano. Una vez instalados, conecté el Grindr, y me propuse buscar a alguien que tuviera ganas de una buena limpieza de sable. Además, hacía días que no hacía nada, y estaba bastante caliente. No tardo en contactar conmigo un chico, de unos 35 años, y mantuvimos una conversación por mensajes, después de enviarnos nuestras fotos: - No pareces de aquí - le digo - ¿De donde eres? - Soy holandés, pero vivo aquí. (...) Oye que he estado leyendo tu blog, y estoy a 100. ¿Vienes a mi casa y me la chupas? Yo estaba hiper cachondo. En la foto que me había enviado, el chico parecía tener un cuerpo normal pero morboso, ojos claros y pelo moreno. En mi mente, había un fetichismo que me rondaba desde hacia tiempo: me apetecía que un tío me meara bien. Y decidí proponérselo: - Oye, ¿te daría morbo mearme? - ¡Ostras...pues puede molar! - me contesta -...