Empotrado contra la pared
Hoy voy a redactar una experiencia de lo más morbosa que tuve en una sauna en Madrid.
Entré en la sauna y me puse a pasear por las habitaciones. Había bastante gente, todo era muy morboso. Se sentían ruidos de gustazo por todos lados, de comidas de polla y folladas.
Yo me estaba poniendo muy cachondo con todo aquél ambiente, y esperaba encontrar algún macho para comerle el rabo.
No siempre es fácil ver a aquél que tan solo quiere darte polla para comer. Pero en una de las cabinas, un hombretón estaba sentado en la cama bien espatarrado. Estaba fumando lo que parecía ser un porro, e iba mirando a quien pasaba por delante de su cabina. Nos cruzamos la mirada y yo me quedé en la entrada de la cabina, esperando. El tío era corpulento sin ser gordo, sobre los 35 largos. Facciones muy marcadas, moreno, pelo medio largo rizado, y con poco vello. Se le apreciaba un buen culo, y también un buen rabo, a tenor de lo que se intuía en la toalla.
Como estaba interesado, el tío se saco la toalla un poco, y dejo ver algo extraordinario. Una enorme polla, más bien muy gorda, más que larga. Debía tener una circumferencia de una lata de coca cola, o si no, casi. Se estaba empezando a empalmar, y se veía un rabo recto y muy bonito.
El tío me hizo una señal para que entrará y así lo hice, embaucado por ese pedazo de mástil que tenía entre las piernas. Cerramos la puerta, y el tío se quito la toalla totalmente. Le empecé a tocar el pecho fuerte, y él rápidamente me hizo presión con la mano en la cabeza para que bajara. Yo me arrodille delante suyo, y el se quedó sentado espatarrado, y sin la toalla. El tío seguía dándole caladas al porro.
Yo de rodillas, empecé a oler su rabo. Era tan gordo. Olía muy bien, así que empecé a besarlo poco a poco, a lamer toda la superficie..el glande, hasta que empecé a metérmelo poco a poco en la boca. Cuando me metia poco rabo en la boca todo iba bien, pero si baja mucho, realmente tenia dificultades para tragarlo. Empecé a mamar hasta donde podia, baja y sube , baja y sube.
Entonces el tio me puso la mano en la nuca , e hizo fuerza para que me cupiera más y más rabo. Yo tenia la boca llena de polla. Cuando me lo metía hasta el fondo,o casi, no podía ni respirar. Solo tenía polla en la boca. Iba alternando la limpieza del sable con un poco de cerveza, y así aprovechaba para respirar y beber.
El tío en medio de la mamada se hizo otro porro, y me iba ofreciendo a veces. Me lo pasaba, le daba una calada, y se lo entregaba de nuevo. Luego volvía otra vez a seguir chupándole la polla. El tio no paraba de gemir , estábamos disfrutando un montón los dos. Yo estaba empalmadisimo, al igual que lo estoy ahora al escribir esta historia. Me estaba comiendo una polla enorme.
Al poco cambiamos de postura. Estos cambios serían una constante durante toda la mamada.
La nueva postura consistía en que yo me sentara en la cama, y quedara mi espalda apoyada contra la pared. Entonces el tío, se ponía de pie en la cama, y como si de un misil se tratara, traía su pollón recto y erecto hacia mi boca. Yo veía venir a ese machorro hacia mi, y de golpe lo único que veía era la polla en mi boca. Me la metía hasta la garganta, y me cogía con las dos manos la cabeza para hacer fuerza. Sus embestidas eran brutales. La polla se me clavaba en la garganta, y hacia tanta fuerza, que los golpes se propagaban contra la pared. Pam! Pam! Pam! se oía. Podrían pensar que estabamos follando. Pero no, me tenia cogida la cabeza taladrandome la boca. Me hubiera encantado poder ver la escena desde fuera, como el macho con su cadera y buen culo, me follaba la boca con ese pedazo de pollón.
No recuerdo si llegamos a corrernos o no . Diría que no. Estuve mamando mucho tiempo. Al día siguiente, tenia hasta agujetas de abrir tanto la boca; y no es broma esto último.
Espero que os haya gustado.
Saludos.
Entré en la sauna y me puse a pasear por las habitaciones. Había bastante gente, todo era muy morboso. Se sentían ruidos de gustazo por todos lados, de comidas de polla y folladas.
Yo me estaba poniendo muy cachondo con todo aquél ambiente, y esperaba encontrar algún macho para comerle el rabo.
No siempre es fácil ver a aquél que tan solo quiere darte polla para comer. Pero en una de las cabinas, un hombretón estaba sentado en la cama bien espatarrado. Estaba fumando lo que parecía ser un porro, e iba mirando a quien pasaba por delante de su cabina. Nos cruzamos la mirada y yo me quedé en la entrada de la cabina, esperando. El tío era corpulento sin ser gordo, sobre los 35 largos. Facciones muy marcadas, moreno, pelo medio largo rizado, y con poco vello. Se le apreciaba un buen culo, y también un buen rabo, a tenor de lo que se intuía en la toalla.
Como estaba interesado, el tío se saco la toalla un poco, y dejo ver algo extraordinario. Una enorme polla, más bien muy gorda, más que larga. Debía tener una circumferencia de una lata de coca cola, o si no, casi. Se estaba empezando a empalmar, y se veía un rabo recto y muy bonito.
El tío me hizo una señal para que entrará y así lo hice, embaucado por ese pedazo de mástil que tenía entre las piernas. Cerramos la puerta, y el tío se quito la toalla totalmente. Le empecé a tocar el pecho fuerte, y él rápidamente me hizo presión con la mano en la cabeza para que bajara. Yo me arrodille delante suyo, y el se quedó sentado espatarrado, y sin la toalla. El tío seguía dándole caladas al porro.
Yo de rodillas, empecé a oler su rabo. Era tan gordo. Olía muy bien, así que empecé a besarlo poco a poco, a lamer toda la superficie..el glande, hasta que empecé a metérmelo poco a poco en la boca. Cuando me metia poco rabo en la boca todo iba bien, pero si baja mucho, realmente tenia dificultades para tragarlo. Empecé a mamar hasta donde podia, baja y sube , baja y sube.
Entonces el tio me puso la mano en la nuca , e hizo fuerza para que me cupiera más y más rabo. Yo tenia la boca llena de polla. Cuando me lo metía hasta el fondo,o casi, no podía ni respirar. Solo tenía polla en la boca. Iba alternando la limpieza del sable con un poco de cerveza, y así aprovechaba para respirar y beber.
El tío en medio de la mamada se hizo otro porro, y me iba ofreciendo a veces. Me lo pasaba, le daba una calada, y se lo entregaba de nuevo. Luego volvía otra vez a seguir chupándole la polla. El tio no paraba de gemir , estábamos disfrutando un montón los dos. Yo estaba empalmadisimo, al igual que lo estoy ahora al escribir esta historia. Me estaba comiendo una polla enorme.
Al poco cambiamos de postura. Estos cambios serían una constante durante toda la mamada.
La nueva postura consistía en que yo me sentara en la cama, y quedara mi espalda apoyada contra la pared. Entonces el tío, se ponía de pie en la cama, y como si de un misil se tratara, traía su pollón recto y erecto hacia mi boca. Yo veía venir a ese machorro hacia mi, y de golpe lo único que veía era la polla en mi boca. Me la metía hasta la garganta, y me cogía con las dos manos la cabeza para hacer fuerza. Sus embestidas eran brutales. La polla se me clavaba en la garganta, y hacia tanta fuerza, que los golpes se propagaban contra la pared. Pam! Pam! Pam! se oía. Podrían pensar que estabamos follando. Pero no, me tenia cogida la cabeza taladrandome la boca. Me hubiera encantado poder ver la escena desde fuera, como el macho con su cadera y buen culo, me follaba la boca con ese pedazo de pollón.
No recuerdo si llegamos a corrernos o no . Diría que no. Estuve mamando mucho tiempo. Al día siguiente, tenia hasta agujetas de abrir tanto la boca; y no es broma esto último.
Espero que os haya gustado.
Saludos.
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